septiembre 20, 2007

El objeto del deseo



Me parece rídiculo que las mujeres no podamos (o no queramos) ser las que deciden cuándo, cómo y en qué circunstancias atacar al espécimen masculino deseado... las hay!! y vaya que si las hay!! pero lamentablemente yo no soy una de ellas. Nunca lo fui y me cuesta creer que seré una de esas que "donde ponen el ojo, ponen la bala" aunque pienso que muchos y muchas deben creer que si lo soy, pero personalmente no me siento una de esas féminas aguerridas que se atreven a atacar sin titubear cuando hay un objeto de deseo cerca. Admiro a las que si se atreven, eso si... al contrario de ellas, yo era de las que miraba, sonreia coquetamente, se acercaba por los flancos, esperando que el macho alfa fuera el que tomara la iniciativa, se acercara discretamente con la mirada incendiaria en mi escote y me invitara el trago correspondiente o simplemente me preguntara el nombre y me invitara a bailar. Hoy, a mis 25 años, pienso... que quizá podria acercarme un día y ver qué pasa, tal vez porque ya no me acompleja mi cuerpo como hace un par de años atrás, o porque a esta edad ya poco te importa que lenguas santurronas te llamen "perra" "chusca" "warrior" o peor... "puta" jajaja! Aunque me dan lo mismo esos adjetivos, reconozco que la verguenza me superaria si se dan algunas situaciones indeseables... ¿que pasa si le parezco poco agraciada al joven? o ¿si lamentablemente sus tendencias sexuales son distintas?... o peor! que justo en aquél momento en que yo me acerqué la polola haya estado en el baño?! jajaja, bueno, si algún dia llego a poner en práctica mi discurso de ataque, y exitosamente termino yendome con el objetivo... no tengan duda que les terminaré contando el final de mi aventura....